Jesús Arias Dávila, carismático e influyente empresario minero, recordado gran amigo de la Cámara Minera del Perú
Recordamos el reconocimiento de la Cámara Minera del Perú a uno de los empresarios mineros más entrañables del Perú.

Siempre sonriente y jovial, el Ing. Jesús Arias Dávila, al lado del presidente de Administración Académica, Julio Gallardo.
La Cámara Minera del Perú, a lo largo de su historia, ha departido con grandes personajes de nuestra minería. Excelentes profesionales, empresarios de gran éxito y, sobre todo, grandísimas personas, como el recordado Ing. Jesús Arias Dávila, carismático e influyente empresario minero pionero, cuyo legado y amistad serán eternos.
Nuestra institución, tuvo la satisfacción de reconocer, en vida, al entrañable Ing. Jesús Arias Dávila en la Ceremonia de Premiación a Empresarios Mineros Pioneros, con la Medalla de Oro.
Aquella noche del año 2007, dando muestras de una sencillez inigualable, como lo hizo a lo largo de toda su trayectoria, recibió con emoción nuestro reconocimiento.
Empresario de gran audacia
Fundador del Grupo Arias, a lo largo de su vida, se dedicó, de manera apasionada a la exploración de minerales del Perú. Dicha pasión le fue heredada de su padre, Agustín Arias Carracedo, descubridor de Antamina, uno de los más importantes complejos polimetálicos de la región.
Pero, volviendo a Don Jesús, fueron su dedicación y constancia, que podríamos llamar también obstinación, con las que llevó su trabajo, lo que engrandecen su legado; ya que logró labrar su capital vendiendo mineral pallaqueado a la fundición de La Oroya, en Cerro de Pasco, para luego formar una de las empresas mineras más importantes e influyentes del Perú: San Ignacio de Morococha.
Por ejemplo, uno de las mayores audacias del Ing. Jesús Arias Dávila, fue la de incorporar un cargador frontal al interior de mina con excelentes resultados. Acción que posteriormente se replicaría en otras unidades, contribuyendo así con el desarrollo del sector minero peruano.
Destacada capacidad comunicativa
Durante su gestión en diferentes empresas mineras, siempre estuvo muy atento a las labores operativas; y a pesar del éxito, jamás perdió la humildad. Su enorme capacidad comunicativa, le permitió entablar amistad tanto con obreros como con grandes empresarios, a quienes dio igual trato.
Por ello, el personal de mina siempre lo recuerda con mucho aprecio y reconoce su excelencia en el liderazgo. En efecto, el Ing. Arias Dávila, además de sus labores administrativas y de gestión, viajaba hasta la mina y recorría cada rincón para conocer la situación de la operación.
Un ejemplo de ello es que, cuando visitaba las operaciones de San Ignacio de Morococha, en Junín, podía darse cuenta, con solo escuchar una chancadora, si esta tenía un buen o mal funcionamiento. Así era su atención a los detalles.
Entonces, fue ese, compromiso, ingenio y gran capacidad para la innovación lo que lo encumbraron como uno de los empresarios mineros pioneros más respetados en la historia del Perú. Muy aparte de su gran calidad como persona y su incesante trabajo con las comunidades durante sus gestiones al mando de las diferentes minas donde trabajó, incluida la minera de oro Poderosa, en La Libertad.
Por todo ello, la larga trayectoria del entrañable Ing. Jesús Arias Dávila fue reconocida por la Cámara Minera del Perú, mientras aún se encontraba con vida, durante la Ceremonia de Premiación de Empresarios Mineros Pioneros - Medalla de Oro.
Y en la próxima edición de estos premios también se le rendirá un merecido homenaje a este dedicado empresario minero, que se mantuvo, hasta los últimos días de su vida, con una lucidez intacta y muchas ganas de seguir trabajando; pues, como dijera en una de sus últimas apariciones públicas, “hay que tener corazón para hacer minería”.