Gestión responsable del agua para reducir impacto en el balance hídrico
Cámara Minera del Perú fomenta el uso adecuado del agua para actividades mineras óptimas y sustentables.
La gestión responsable del agua por parte de las empresas mineras contribuye a reducir el impacto que generan estas sobre el balance hídrico de las regiones.
Se puede entender el balance hídrico como el equilibrio entre todos los recursos hídricos que ingresan o salen de un determinado contorno en un período de tiempo determinado. La actividad minera, generalmente, produce una alteración o modificación del sistema hidrológico natural, debido a que incide sobre las aguas superficiales y subterráneas.
La influencia de la actividad minera sobre el estado natural de las aguas es bastante considerable; ya que algo tan vital para el desarrollo de los proyectos extractivos, como elaborar procedimientos de seguridad, influencia sobre el ciclo hidrológico natural.
Asimismo, podemos mencionar obras como el desvío de cauces, sifones, presencia de canales de drenaje, pozos de bombeo, ejecución de galerías, etc.; que terminan alterando el estado natural del recurso hídrico en su vertiente de cantidad. Igualmente, la actividad extractiva se materializa en procesos de contaminación, que pueden llegar a enturbiar las aguas si no se toman las medidas pertinentes.
Efectos de alterar el ciclo hidrológico
Entre otros elementos que terminan alterando el ciclo hidrológico natural, podemos mencionar las obras de retención como presas, balsas y embalses; así como obras de recarga artificial, generación de residuos, elaboración de efluentes contaminantes y la presencia de efluentes tratados.
La gestión responsable del agua permite un mejor desarrollo de la actividad minera. Así lo menciona el especialista de la Cámara Minera del Perú, Roberto Poncela; quien indicó que "la minería utiliza el agua para el procesamiento de minerales, la supresión de polvo, transporte de lodo y la cobertura de necesidades en los campamentos mineros. En la mayoría de las operaciones el agua se obtiene desde el subsuelo, arroyos, ríos y lagos. Sin embargo, a menudo las minas están ubicadas en zonas donde el agua es escasa y esto origina que las comunidades locales, se opongan al desarrollo de los proyectos".
El desarrollo de la actividad minera ejerce influencia, tanto en las aguas superficiales como en las subterráneas. Entre estos cambios podemos mencionar en primer lugar la disminución de la calidad del agua. Es decir, el recurso hídrico no resulta adecuado para el consumo humano.
El segundo efecto es el daño ecológico. Por ejemplo, en la minería subterránea, el agua tiene que ser bombeada al exterior del yacimiento. Por tanto, puede reducir los niveles de agua subterránea y generar daños en la superficie o causar la contaminación de los ríos y de las especies que viven en esas aguas.
En tercer lugar se puede hacer referencia al deterioro que provoca sobre el paisaje. Donde la restauración paisajística de las áreas afectadas debe abarcar a todos y cada uno de los elementos del medio y al agua en particular.
Influencia negativa de la minería sobre el agua
Por todos estos motivos, la Cámara Minera del Perú fomenta una gestión responsable del agua en los procesos mineros. Las empresas mineras deben tomar conciencia sobre la necesidad de optimizar la gestión del recurso hídrico en el desarrollo de sus operaciones.
La influencia negativa de la minería sobre el estado natural del recurso hídrico provocó un crecimiento en la conciencia para que se garantice la máxima sostenibilidad del agua en la industria. Ello llevó a que varios proyectos mineros se vieran afectados. Por ejemplo, en el 2013, empresas como Barrick Gold, vieron cómo sus inversores se retiraron debido a los problemas relacionados con la gestión del agua; así como a causa de importantes inconvenientes medioambientales.
Para evitar situaciones como estas, la industria minera ha elaborado estrategias para ser más responsable en la gestión del recurso hídrico. Es decir, reducir la pérdida y reciclar agua tanto como sea posible. Respecto a esto, podemos citar a minera Los Pelambres (Chile), de Antofagasta Minerals; que gracias a la conciencia y las medidas establecidas, en el 2014, logró recircular un 85% del agua utilizada en sus procesos.
Los esfuerzos realizados por las empresas mineras por reducir la influencia que causan sobre la calidad y cantidad de agua, contribuye a optimizar el balance hídrico de las regiones donde operan; lo que garantiza agua para las poblaciones y también para la continuidad del negocio extractivo.